Dejo atrás,
en una tercera noche de creciente,
una increíble calidez y ternura sin barreras...
Aquellas que me han envuelto
como ese astro que ilumina cándidamente.
Quiero pensar que son una señal, un anhelo,
para volver a encontrar esa mirada limpia
que tranquiliza mi espíritu.
Pessoa tuvo razón; y añado, pues:
soy de quien adoro,
soy de cómo quiero,
soy de cuanto amo,
soy de cuando deseo.
En definitiva,
soy de dónde siento.
en una tercera noche de creciente,
una increíble calidez y ternura sin barreras...
Aquellas que me han envuelto
como ese astro que ilumina cándidamente.
Quiero pensar que son una señal, un anhelo,
para volver a encontrar esa mirada limpia
que tranquiliza mi espíritu.
Pessoa tuvo razón; y añado, pues:
soy de quien adoro,
soy de cómo quiero,
soy de cuanto amo,
soy de cuando deseo.
En definitiva,
soy de dónde siento.
Fernando Pessoa sabia que la entrega nos llega de dónde sentimos que deseamos pertenecer.
ResponderEliminarBajo la luna creciente todo crece, sean Narcisos o Amores-Perfectos… y, como con las flores, se incrementa nuestro mundo…
Es la llegada de la plena luna que nos hará descubrir la plenitud.
Y con lo lleno, son los sentidos que se despiertan y nos conducen.
Bajo la luz de esa luna, lo que vemos no es lo que soñamos o deseamos. Nos ponemos más allá de lo que imaginamos…
Hasta la luna llena voy añorar a quien quiero acariciar y envolver, porque yo sé a quién quiero y como y cuanto y de donde están mis sentidos y, por eso, donde me entregué yo.