lunes, 11 de febrero de 2008

Tierra de pasiones...














































Dejo atrás,
en una tercera noche de creciente,
una increíble calidez y ternura sin barreras...
Aquellas que me han envuelto
como ese astro que ilumina cándidamente.
Quiero pensar que son una señal, un anhelo,
para volver a encontrar esa mirada limpia
que tranquiliza mi espíritu.
Pessoa tuvo razón; y añado, pues:
soy de quien adoro,
soy de cómo quiero,
soy de cuanto amo,
soy de cuando deseo.
En definitiva,
soy de dónde siento.